De nuevo, vuelta a Piotr Ilich Chaikovsky (Пётр Ильич Чайковский): un fragmento de su Concierto para Violin en Re Mayor. Y a su son veremos brevemente el invierno moscovita. Es una de mis composiciones preferidas de este autor, así que recomiendo encender los altavoces.

Meteorología

Probablemente lo primero que un extranjero piensa sobre Rusia es que en invierno hace un frío absolutamente infernal, pero merece la pena aclarar que no hay uno sino varios tipos de invierno en Rusia, dada la extensión territorial del país. No es lo mismo pasar un invierno cerca del círculo polar ártico en Murmansk que en San Petersburgo (Báltico),  Sochi (Mar Negro), Moscú o Irkustk (Siberia).

En el caso que yo puedo relatar, Moscú, el invierno es relativamente duro. Las temperaturas pueden bajar hasta los -30ºC, pero no de forma prolongada sino algunos días puntuales. Obviamente esto conlleva algunos meses de nieve. Este año los primeros copos aparecieron hacia finales de Noviembre, y (de forma excepcional según dicen los rusos) los últimos han llegado hasta mediados del mes de Abril. Los restos de nieve en la calle, dada la anchura de las capas que se forman, pueden llegar incluso a Mayo en casos como este.

Una meteorología así obliga a ciertas precauciones, tanto en el vestir como en el resto de la vida diaria.

Vestido y calzado

Dada la disparidad de temperaturas entre los sitios cerrados y el exterior, no se recomienda vestir muchas capas de ropa. Lo ideal es tener un abrigo lo suficientemente “contundente” como para poder llevar tan solo un jersey, y camisa o camiseta (térmica los días más duros). Obviamente calzado adecuado. La suela tiene que ser obligatoriamente de goma y debe ser cerrado y abrigado.

En mi caso mi indumentaria de trabajo es: camisa de algodón, traje de invierno (hecho mayoritariamente de lana), zapatos de cuero con suela de goma, bufanda de lana y guantes de piel. Para los fines de semana pantalón, camisa, zapatos o botas de piel (una vez más, suela de goma) y la bufanda y los guantes.

Me tocó recibir no pocas “broncas” por no haber llevado gorro en todo el invierno. Lo cierto es que es relativamente recomendable, y es raro ver a un ruso o incluso extranjero que no lo lleve. Hay muchas modalidades para escoger, si bien un gorro de piel animal es una idea acertada, o en su defecto un gorro de lana.

En cuanto al calzado una última nota: al igual que en muchos países fuera de España, en Rusia es costumbre descalzarse al entrar en casa. No es necesario en los locales, aunque en algunos trabajos los empleados tienen un calzado específico para su trabajo. Esto es así porque de lo contrario en invierno,  y en menor medida cuando llueve, la oficina o las casas se convertirían barrizales.

Vida diaria

Las restricciones en la vida diaria son evidentes. En los días más crudos no es recomendable caminar por la calle más de unos 20 minutos, especialmente si no vamos debidamente abrigados. No obstante el sistema de transporte público moscovita es muy eficiente y nos ayudará a evitar problemas. En su defecto podemos usar las “mashinas”.

En cuanto a la calefacción, está centralizada en prácticamente todos los casos, pero no por edificios sino por barrios. Así cada barrio enciende sus sistemas de calefacción para todas sus casas, y se paga una tasa por su uso. En algunos casos los radiadores pueden no ser regulables,  por lo que para algunos la casa puede llegar a estar demasiado calurosa (en la mía hubo una media de 25ºC los días en que más frío hacía en la calle).

Como podréis suponer, esto hace que si no tenemos cuidado con nuestra vestimenta, podamos estar sudando cuando hace calor y recibir tremendas dosis de frío con el consiguiente desgaste de nuestra salud. De ahí que recomiende pocas capas de ropa.

Caminar por las calles puede ser a veces complejo. Aunque se limpian de nieve, especialmente en el centro, se producen problemas cuando hay subidas “repentinas” de temperatura que permiten que la nieve se funda, para a continuación descender, con lo que el agua se congela y forma placas de hielo. Una vez más conviene recordarlo: calzado con suela de goma o antideslizante y precaución al caminar.

Los resbalones están a la orden del día, tanto entre rusos como entre extranjeros, si bien los últimos tenemos una tendencia algo mayor al no estar acostumbrados a caminar con mucho hielo y nieve. Ojo con las zonas “de sombra” donde no se recibe sol. Ahí estarán las peores placas de hielo.

Y ojo también a los carámbanos de hielo que se forman en los tejados. No conviene caminar demasiado cercano a un edificio por si se desprenden, especialmente en el deshielo. Los tejados se limpian de hielo y nieve, pero debido a la cantidad de edificios, esto no siempre es posible antes de que se produzca un alud, con lo que termina por haber algún accidente.

Diversión

Por supuesto el frío no impide a los rusos disfrutar de la diversión. Aunque la noche llega aproximadamente a las cinco de la tarde durante parte del invierno, existe (como el resto del año) una amplia gama de actividades culturales como -museos aparte- ballet, ópera, cine, circo, conciertos de todo tipo y la siempre entretenida noche moscovita. Incluso se puede patinar en pistas de hielos descubiertas (algunas son un parque cuyo suelo se congela, como Gorki Park), o en algunos pequeños lagos que hay en la ciudad y durante el invierno se congelan por completo.

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